miércoles, 6 de abril de 2011

Colores.

Aquí os dejo otro de los OS que escribí hará dos meses o así.
Es raro/feo y un largo etc, si tenéis alguna pregunta de algo que no entendáis o lo que sea, ya sabéis :3
PD: Narrado por Tom.

Hace siete años que escribo un diario.
Siete años que expreso todo lo que pasa por mi cabeza en cuatro hojas rotas de papel.
Siete años en los que la mayoría de esas hojas están escritas con bolígrafos de colores.
Siete años en los que cuento todas y cada una de mis experiencias más íntimas e importantes.
Y todas, repito, todas, están relacionadas con ella.

Recuerdo el día en que la conocí.
Ese día estará eternamente marcado con bolígrafo rojo en mi diario y en mi memoria.
Yo andaba por el instituto perdido, en busca de mi clase, cuando me choqué con ella.
Pelo largo, rizado, podía intuir que suave; sonrisa amplia, blanca, pura; estatura lo suficientemente buena como para apreciarla desde mi altura; y sus ojos. Dos ojos marrones, o como yo me atreví a escribir ese día, dos ojos café con leche.
Una mirada que expresaba desconcierto, pero a la vez seguridad.

- Per-perdona. - me dijo tímida.
- No importa. Tú eres..
- Soy Giovanna, pero puedes llamarme Gi. - dijo mostrándome su sonrisa.
- Yo soy Tom, pero puedes llamarme Ti.

Ella sonrió, y aunque en ese momento yo me sentía la persona más estúpida del mundo, sonreí con ella.
Nuestras risas se mezclaron y se hicieron una sola. Fue una risa cómplice, yo lo noté.

A partir de ahí las hojas se empezaron a llenar de nombres. O mejor dicho, de un nombre: Giovanna.
Empecé a narrar mil historias, fantasías, sueños que no parecían hacerse realidad. E incluso sin que pasara, escribí mi primer beso con ella.
Llené tres hojas de ilusiones, en las que decía lo suaves y cálidos que eran sus labios, aun sin haberlos probado.

Giovanna. Giovanna. Giovanna.

Ya solo existía ella, mi diario y yo.
Conforme pasaban los días iba aprenciándolo todo de una forma diferente.
Empecé a apreciar al blanco cuando decía negro pasando por gris; cuando mi celeste se convertía en azul marino mágicamente, o cuando el rosa de algún que otro corazón dibujado al lado de su nombre era fucsia.
También comencé a ver, que en los días en los que el sol no sale y no tenemos luz que nos alumbre, lo mejor para que esa luz apareza es sonreír.
Yo sonreía, ella sonreía conmigo. Sonreíamos juntos, y hacíamos de los días oscuros, días iluminados.

Y así todos y cada uno de los días del curso.
Y un mes, y otro.
Dos, tres e incluso cuatro.
Hasta que decidí decirlo todo.

Todavía no sé cómo lo hice, pero me armé de valor y le confesé todo lo que sentía.
Lo recuerdo como si fuera ayer.
Ambos entrábamos en el instituto juntos, como cada mañana. Me llevé todo el camino preparando un enorme discurso en el que las palabras parecían sacadas de mi libro de filosofía. Nervioso, sudando y casi sin saliva para articular palabra.
Hasta que ella me preguntó:

- ¿Estás bien? - dijo sonriendo.
- Es que..te quiero.

Así, sin más.
Sin tener en cuenta que llevaba media hora de camino formulando un esquema detallado en mi cabeza, me salió eso.
Y luego nervios, temblores e incluso mareos.
Ganas de saber por qué sus carnosos labios habían formado una O tan perfecta.
Y sobre todo, ganas de saber si podía seguir escribiendo con colores en mi diario.
Segundos que parecían siglos y una respuesta:

- ¿Vas enserio? - dijo tímida - Yo..yo también.

Sonrió, sonreí. Volvimos a sonreír juntos. Volvimos a transformar un día oscuro en algo mejor.
Y desde entonces las hojas del diario comenzaron a cobrar vida.
Los garabatos se hacían dibujos y las fotos se hacían cuadros.
El mundo funcionaba de otra manera. Y esa manera me gustaba, me gustaba mucho.

Y así un año más.
Y otro, y otro, y otro.
Hasta llegar a cinco.

Un quinto año en el que mi diario seguía completando sus páginas.
Páginas que cada vez estaban más llenas y tenían más cosas que contar.
Páginas que definían perfectamente la perfección y dejaban ver de lejos el significado de la palabra amar.

Amar, ¿qué es amar? ¿Sentirse atraído por alguien, quererlo?
Para mí amar es saber que si el mundo acaba mañana o la tierra se destruye misteriosamente, tendré a alguien cogido de mi mano, acompañándome en el camino hacia el espacio.
Saber que las cosas pueden ir bien, pero también pueden ir mejor. Que no importan las discursiones, porque siempre habrá una reconciliación que lo solucionará todo.
Amar es correr, saltar, volar y sentirse vivo.
Amar es pensar en Giovanna.

Esas fueron exactamente mis palabras, palabras que nunca saldrán de ese página coloreada de blanco.
Coloreadas de blanco, Gio decía que eso no era más que una metáfora. Muy bonita, pero una metáfora al fin y al cabo.
Gio decía eso hasta que yo le enseñé lo contrario.
Le enseñé que el blanco era una mezcla de colores sin fin, plasmados en su máximo esplendor.
Le enseñé que el blanco era una mezcla de relajación, seguridad y pureza, y que si yo pudiera vivir en un color, viviría en él. Mezclado con verde, claro.
Y ella reía, y yo reía. Y nosotros reíamos.

Día tras día, momento tras momento, año tras año hasta llegar al número siete.

- ¿Siete años? ¡Wow! - pensé al mirar el calendario.

Porque es verdad eso que dicen de que los días se pasan rápidos cuando lo pasas bien.
Que en buena compañía, las cosas son un poco más fáciles y la vida un poco menos injusta.

Y ahora me veo aquí, sentado en el sofá de siempre. Fruto de la una mezcla entre el amarillo más claro del mundo y el marrón menos marrón que exista.
Y abro los diarios, uno por uno.
Reviso cada hoja y puedo ver el arcoiris.
Podría crear la gama completa de colores con solo la mitad de uno de ellos.
Podría provocar el aleteo de una mariposa con solo una de las fotos que se encuentran en ellos.
Podría crear una tormenta de arena con solo tres páginas de los primeros días de inseguridad.
Me atrevo a decir, que podría cambiar mi mundo, pero mi mundo es ella.

Ella.
La que me enseñó a volar sin necesidad de unas alas de látex o de plástico.
Ella.
La que me ayudó a ver las cosas con la parte más interna de mí.
Ella.
La que me hizo ser mejor persona.
Ella.
La que me dejó un camino de ida pero no de vuelta.
Ella.
La que me sonrió haciendo que yo sonriera y que el día se volviera naranja.

Y puedo afirmar varias cosas:

1. Los colores no se crean solos, los creamos nosotros con nuestras vivencias.
2. No hay colores tristes ni colores alegres, hay personas que los ven de una forma u otra.
3. El mundo se puede cambiar siempre que tengas alguien a tu lado.
4. Existen los besos de algodón de azúcar y los abrazos de nubes de gominola.
5. Nací por y para Gio. Y sí, estoy completamente enamorado de ella.

Gracias a ella pude crear mis propias leyes, basadas en la confianza y en el amor que sentimos el uno por el otro.
Gracias a ella pude completar diarios y diarios que radiaban de felicidad.
Y gracias a ella, pude escribir ésto en la última página de este diario:

Te quiero.
Te quiero como puede querer el ketchup a la mostaza o la aceituna al hueso.
Te quiero como para saber que una vida contigo no es una vida.
Te quiero como para crear un mundo en el que la base de todo seas tú.

Recuerda: solo tienes que cerrar los ojos, pensar en mí y volver a abrirlos. Después mira al cielo y siempre sabrás cuál es nuestra estrella, aquella que deja su rastro de granitos de purpurina multicolor. Aquella que huele a frapuccino con nata montada. Aquella que un día, en aquel parque, dijimos que sería nuestra estrella.

E aquí mi historia.
Mi historia, la de mis colores, la de mis diarios y la de mi vida.
Esa historia que quedará guardada entre páginas viejas de papel.

6 comentarios:

  1. Ay Tom que monoso :') me encanta este OS, es precioso Carmen. Me gusta mucho como escribes, es genial. Un besazo :)

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  2. PRECIOSOS, como siempre... leyendo estas cosas me quedo sin palabras y no se que comentar....

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  3. Es precioso!!! al terminar he acabado con una sonrisa! sigue escribiendo! :D

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  4. increible, es precioso!!!
    mientras lo leia sonreia como una boba...:)

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  5. MUUUUUCHAS GRACIAS POR COMENTAR COMO SIEMPRE :3
    SE AGRADECE MUCHÍSIMO QUE ME LEÁIS, DE VERDAD <3

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  6. me encanta, me encanta, me encanta
    Por favor que mono Tom, ohhh es un osito amoroso ohhh que cuqui
    Me encanta como escribes :D
    Besos guapisima

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