martes, 6 de septiembre de 2011

Bipolar. Parte tres.

Hola de nuevo bichitos de luz. (?)
Aquí tenéis la tercera parte...no esperéis amor ni nada de eso, porque como ya os dije no es un Pones en los que se derrocha purpurina. ¡Espero que os guste y comentad, jo!


Es extraña la forma en la que tu vida da un giro de ciento ochenta grados.

Desde aquella extraña conversación con Dougie, no había vuelto a pisar su casa. Jazzie decía que no era necesario cuidarlo, que yo tenía razón y que era mayorcito para hacerlo él solo.

Una parte de mí hizo la mayor fiesta del año, pero a la otra, le extrañó.
Tenía razón en todo, eso era obvio, pero el hecho de que mi novia cambiara de opinión de esa forma tan repentina me daba que pensar.

- ¿Por qué no vamos a tu casa a ver una peli? - pregunté.

- Eh..¿a mi casa? N-no creo que sea buena idea...

- Jazz, ¿qué coño pasa en tu casa? Parece que tengo prohibido entrar o algo.

- No pasa nada, sólo estamos teniendo algunos problemas con mi hermano...

Tras mucho preguntar, lo único que saqué fue que 'Dougie estaba mal'.
¿Acaso no había estado mal todo el tiempo? Ese chico tenía un problema en la cabeza...era arrogante e idiota, nunca estaba bien.

- Te lo explicaré algún día, ¿vale? - intentó convencerme.

- ¿Algún día cuándo?

- Alguno que no sea hoy, me tengo que ir.

Un beso de menos de dos segundos y mi novia corría hacia su casa.
Odiaba que la gente de mi alrededor me escondiera las cosas, y más si esas cosas me incumbían a mí. Dougie no me importaba lo más mínimo, pero gracias a su problema, Jazzie y yo nos estábamos distanciando.

- Estúpido niñato...

- Perdone, ¿quiere algo? - susurró alguien desde atrás.

Me giré y vi a un señor de mediana edad, con gafas redondas (que creo que sacó del siglo pasado), un bigote un tanto abundante y un traje elegante. Uno de los hombres más graciosos que he visto nunca. Y de los más ridículos...

- ¿Por qué voy a querer algo?

- Supongo que si ha venido aquí es por algo. - respondió - ¿O no busca nada en concreto?

No entendí nada de lo que me decía hasta que miré dónde estaba: una librería.
Por qué estaba allí, no tenía ni idea; qué buscaba...tampoco. Mi subconsciente era muy raro cuando quería.

- Eh...no, no, sólo quería mirar.

El señor se fue con una media sonrisa y me puse a mirar los libros para quedar bien. Pasé por todas las calles, miré todas las estanterías e intenté comprender por qué a la gente le gustaba leer, pero no lo conseguí.
Cuando me cansé de dar vueltas me dispuse a salir, pero algo me hizo ir hasta el dependiente (o dueño, porque allí no había nadie más) y preguntarle.

- Perdone. - llamé la atención del señor - Busco un libro.

- ¿Cuál?

- Memorias de Idhún.



Me llevé más de tres meses sin salir de casa, pero a Jazzie no parecía importarle. No me llamaba, ni si quiera me pedía perdón por dejarme plantado...se limitaba a mandarme algún que otro mensaje en el que me decía que quedaríamos al día siguiente.

Hasta que me harté (o hasta que me quedé sin entretenimiento), y fui a su casa para ver qué estaba pasando. ¿Lo primero que me encontré? La policía. Al parecer sí que estaba pasando algo serio...

- ¿Qué hacen aquí? - pregunté corriendo cuando vi a Jazzie.

- ¡Danny! No deberías de haber venido...

- Jazz, eres mi novia...¿por qué no me dejas ayudarte?

Se encogió de hombros y se tiró a mis brazos, donde yo la recibí sin ningún reparo.
En esos momentos me dio bastante pena...no paraba de llorar en mi pecho y eso no hacía más que ponerme más nervioso. Había pasado algo grave, eso era obvio, pero no podía imaginar el qué.

- ¿Qué hacen aquí? - volví a preguntar.

- Han venido por Dougie.

- ¿Qué? ¿Tu hermano es un ladrón o algo así? - pregunté bromeando.

- No tiene ninguna gracia Danny, no hables sin saber.

No me dejó responderle porque se fue enfadada con su madre.
Ambas lloraban mientras los policías decían algo que no llegaba a escuchar y se iban. Dougie no estaba por ninguna parte, pero la luz de su habitación estaba encendida.

- Hola Sam...¿puedo pasar?

Ella asintió sin tan si quiera mirarme y Jazzie ignoró por completo mi presencia. No entendí por qué se quedaban fuera...los policías se habían ido y ya no era necesario estar ahí, ¿qué pasaba y por qué nadie me lo contaba?

Subí decidido las escaleras y me encontré al pequeño bicho repelente en su postura habitual. Mirada hacia la ventana, piernas cruzadas...y esta vez una venda en la muñeca.

- ¿Me puedes explicar qué está pasando?

- ¿Me dices tú por qué eres tan feo? - esperó unos segundos - No, no me lo dices.

- No creo que sea momento de hacer bromas...

- ¿Quién ha dicho que es una broma?

Respiré hondo varias veces sin moverme del sitio y decidí comenzar a hablar.
Quería dejarle claro que si tenía un problema con el resto del mundo, no era mi culpa. Probablemente yo fuera la única persona que accedería a pedirle perdón así como así...es más, seguro que era la única persona que accedía a hablar con él.

- Yo no tengo la culpa de que seas antisocial. - le dije - Eso es cosa tuya.

- ¿Cosa mía? Claro, la gente nunca hace nada...siempre es Dougie.

- ¿Quién si no? Si no te tragan será por algo, digo yo.

- Sí, por ser como soy físicamente. Ni si quiera se han parado a decirme hola, así que no hables tan rápido. - contestó - Adiós.

Entendí que quería estar solo, o más bien, que no me quería con él. Aún así decidí no irme, tenía muchas preguntas en la cabeza y sabía que él era quien iba a respondérmelas.

- ¿Piensas mirarme? - pregunté.

- ¿Para qué? Estoy mejor viendo las nubes.

- Está bien...¿y me cuentas qué hace la policía aquí?

- ¡Déjame en paz! - gritó - ¡Deja de meterte en mi vida y vete a follar con mi hermana!

Confieso que esa reacción me sorprendió demasiado. No sabía que alguien tan pequeño era capaz de chillar tanto...
Al parecer debía irme, nadie me quería en esa casa y tampoco confiaban en contarme qué pasaba así que...era momento de volver.

- Una cosa. - me giré antes de irme - ¿Eres un asesino?

- ¿Qué? ¡Pero tú eres gilipollas! Deja de ver películas, anormal.

- Vale vale, tranquilo. Sólo era para comprobar una cosa.

Bufó esperando a que me fuera y cumplí su deseo.
Salí de la casa con un simple adiós al que nadie contestó y me tiré todo el camino pensando en la situación. No conseguía encontrarle ninguna explicación, y encima Dougie no me había mirado a los ojos...por lo que no podía leer lo que sentía.



Una semana. Había pasado una maldita semana desde que los policías estuvieron en esa casa. Y desde entonces, no había ido ni había visto a Jazzie.
Me preguntaba diariamente qué estaba pasando por allí, pero en cierto modo me daba miedo volver. ¿Qué podría encontrarme esta vez?

- ¿Jazzie? - contesté al teléfono.

- Danny...¿qué tal va todo?

- Eh...bien, supongo. - respondí - ¿Por allí?

- Regular. Me gustaría que vinieras, quiero contarte lo que pasó...

Ni si quiera contesté; colgué y me fui corriendo a su casa.
No sabía por qué ahora sí quería contármelo, pero tampoco me interesaba. Yo sólo necesitaba saber qué era lo que le pasaba a Dougie, necesitaba que Jazz y yo volviéramos a estar como antes.

- ¡Has venido! - exclamó - Como me has colgado pensaba que...

- Vamos dentro y cuéntame.

Asintió extrañada por mi interés y nos sentamos en su sofá con dos tazas de café en nuestras manos.
El ambiente estaba cargado, era incómodo estar así con ella...a pesar de conocerla como si hubiéramos estado toda la vida juntos, me parecía tener delante de mí a una Jazzie distinta. Su mirada era fría y débil, me recordaba a la de su hermano.

- Verás...recuerdas que estaba la policía, ¿no? - asentí - Dougie...mi hermano...él...

- ¿Qué hizo?

- Intentó suicidarse.

Abrí los ojos desmesuradamente, creo que me esperaba cualquier cosa menos eso.
¿Cómo podía tener un chaval de diecisiete años pensamientos suicidas? ¿Acaso no era consciente de que tenía una larga vida por delante?

- ¿Qué? Jazzie, yo creo que tu hermano...joder, tiene un problema gordo.

- ¿Me lo dices o me lo cuentas? - replicó molesta - Perdona, pero es que...hay algo más que no te he contado. Estos días un psicólogo ha estado viniendo a verlo; dice que...bueno, que Dougie es bipolar.

- ¡Venga ya! ¡Medio mundo lo es!

- No Danny, no bipolar de eso...bipolar de verdad, de tener esa enfermedad.

Mis músculos se tensaron.
No me imaginaba algo así...creo que estaban siendo demasiadas noticias fuertes en una sola mañana, no me daba tiempo de asimilarlas.

- Y quiero pedirte un favor. - me dijo suspirando.

- ¿Cuál?

- Que subas a hablar con él. Dan, sé que te parece una tontería...pero creo que al ser un desconocido puedes sacarle el por qué intentó suicidarse.

Tardé bastante en decidirme, y aunque me pareció la peor idea del mundo, acepté. Supongo que a pesar de todo, Dougie era el hermano de mi novia, así que en cierto modo me sentía obligado a ayudarle.

- Toc toc. - dije abriendo - ¿Puedo pasar?

- ¿Estamos en un concurso de preguntas estúpidas? No, no puedes.

- ¿Siempre eres así de simpático?

No me contestó ni me miró, se limitó a mirar por su adorada ventana y se tapó las piernas con una pequeña manta azul.

- ¿Por qué lo hiciste?

- ¿Sigues picado porque me comí tus hamburguesas?

- Me refiero a eso. - señalé su muñeca - Sé lo que pasó.

- No tienes ni idea, así que deja de molestar.

Suspiré conteniendo mi ira y me senté en la cama bastante alejado de él.
Ya no tenía las vendas, pero al ver que me había quedado observando lo que se había hecho, escondió sus manos debajo de la manta.

- ¿Sabes? Me leí el libro que me dijiste...bueno, los tres.

- ¿De verdad? - preguntó mirándome - Vaya...

- Quería saber quién era ese tal Kirtash.

Hizo un leve movimiento de cabeza y desvió de nuevo su mirada.
El silencio era muy molesto, podía escuchar su respiración lenta y tranquila, y eso hacía que yo me pusiera nervioso.

- ¿Y qué piensas? - preguntó por fin.

- Que si no eres un asesino, no sé por qué piensas que eres como él.

- Bueno, él no es sólo un asesino...

- No creo que seas tan malo como él.

- No me conoces. - replicó - Y tampoco quieres hacerlo.

Sus palabras me molestaron. Daba por hecho que yo no quería conocerle (cosa cierta), cuando era él quien no me dejaba acercarme ni intentar ser amable. Sí que era cierto lo de su enfermedad...

- Quizás porque no me dejas. - le dije - Mira, sé que tienes un problema, al igual que sé que te caigo mal pero...¡yo no te he hecho nada!

- ¿Y entonces quién tiene la culpa de que me quisiera suicidar?

- ¿Qué? ¡Y yo qué sé!

Estaba alucinando, al parecer ahora yo era el culpable de que el chaval saliera rarito y se quisiera morir tan pronto.
Miré sus ojos para ver si estaba bromeando, pero iba totalmente en serio. Me estaba culpando indirectamente de algo muy grave, y eso no era justo.

- Yo-no-te-he-hecho-nada. - sentencié - Si te sientes mal porque la gente no te habla, ¿qué tengo yo que ver?

- Nada, tú nunca tienes nada que ver...tú vives en tu propio mundo de tetas y gominolas.

- ¿Pero tú de qué vas? Tío, me tienes harto. Intento controlarme porque no quiero hacer las cosas más difíciles para tu familia ¿sabes? Pero no te mereces nada.

- ¿No te pica la curiosidad de por qué dije que soy como Kirtash? - preguntó mirándome fijamente.

Me callé unos segundos mientras apreciaba el color de sus ojos. Eran bonitos, una mezcla entre gris y azul...y con algunos tonos verdes alrededor. El problema estaba en lo que esos ojos expresaban: odio, desprecio, asco...¿tristeza? Nada bueno hacia mí.

- Supongo...

- Si te has leído la historia sabrás que él estaba enamorado, ¿no? - asentí - ¿Y qué pasó?

- Pues...no sé, el chaval no era precisamente bueno y se enamoró de la persona equivocada. Creo.

- Exacto. ¿Sabes lo que es enamorarte de alguien a quien no puedes pertenecer? - me encogí de hombros - ¿Verlo diariamente y saber que es imposible que sienta lo mismo?

Me limitaba a escuchar en silencio, Dougie estaba escupiendo sus palabras y en parte se estaba sincerando conmigo. Pensé que sería mucho mejor quedarme callado hasta que me contara sus problemas...y no me equivoqué.

- ¿Lo sabes, Danny?

- Bueno...yo tengo a tu hermana desde hace mucho tiempo...ya sabes. - respondí - Pero supongo que es duro...¿eso te pasa?

- ¿Tú qué crees? Es que...joder, soy gilipollas. Vete.

- ¿Qué? ¡No! Dougie, estabas contándome lo que te pasa...quiero saberlo. - le miré - ¿No podemos ser amigos?

- ¡No, yo no quiero que seamos sólo eso!

Su grito resonó por toda la casa, o por lo menos eso me pareció a mí.
O me estaba volviendo loco, o eso significaba que la persona de la que estaba enamorado...¿era yo? ¿Danny Jones, el novio de su hermana? ¿Entonces Dougie era gay? No...había malinterpretado las palabras.

- N-no te entiendo...

- Sí que lo haces, pero no quieres entenderme. - replicó serio - No preguntes por qué, ¿vale? No lo sé. Y sí, soy homosexual. Y nadie lo sabe porque a nadie le interesa, ya que nadie se preocupa por entablar una relación mínima conmigo.

- Yo lo intenté y me trataste como si fuera la última mierda.

- ¡Me gustas y eres el novio de mi hermana! Ella te quiere, supongo que tú también a ella y...¡joder, duele! - gritó - Duele veros como para encima tener que llevarme bien contigo. ¡Reaccioné así porque pensaba que dolería menos!

- ¿Y lo hace?

No sé por qué lo pregunté, supongo que estaba demasiado asombrado por la confesión y necesitaba saber sus sentimientos con todo detalle.

- No, no ayuda en absoluto.

- Tú...¿lo de la muñeca te lo has hecho por mí? - pregunté asustado - Dougie...yo...entiéndeme, n-n-no me gustan los chicos y...

- No fue por ti, quita esa cara de haber visto a un fantasma. Fue por cómo me siento con todo en general, pensé que era la única salida.

- No lo es, hay muchas cosas por hacer y...si no te comportaras como lo haces conmigo, estoy seguro de que puedes tener muchos amigos.

- Lo siento, de verdad. - me miró medio llorando - No quería joderte...¡la estúpida enfermedad no ayuda! A veces soy idiota sin quererlo...simplemente me sale así.

Asentí intentando sonreírle y agachó su cabeza a la vez que sus hombros temblaban.
No era nuevo en ésto, y estaba más que claro que estaba llorando. Nunca se me dieron bien esas situaciones, odiaba ver a la gente llorar porque me costaba reaccionar, pero lo único que se me ocurrió hacer fue abrazarle.

- No llores ¿vale? - le susurré - Tienes una madre y una hermana que te quieren mucho...ser bipolar no es tan malo, es algo que se puede superar. Y si quieres yo puedo ayudarte.

No me contestó con palabras, pero me apretó más fuerte contra su cuerpo.
Ahí me di cuenta de que el problema fundamental de Dougie no era ser un pollito antisocial ni ser bipolar, era que necesitaba cariño. Por mucho que a veces lo neguemos, todos lo necesitamos.

La vida no está hecha para vivirla en soledad, si no para compartir todos los momentos con otra persona. Puede ser con tus amigos, con tu familia...con tu pareja; puede ser con tu mascota. Lo único que tengo muy claro, es que no puede ser solo. Pero eso a Dougie no le pasaría, ahora yo estaba ahí y pensaba ayudarle en todo y protegerle de todos. ¿Por qué no darle una oportunidad para ser amigos?

12 comentarios:

  1. Ya era hora de que Carmen,que adora Pones como un perro a un salchicha, subiera uno...
    Lo que mas me gusta es que los diálogos rezuman sarcasmo... ¿Y lo del pin de la Esteban? Me ha matado (me he leído las tres partes del tirón.
    Por cierto la ultima parte con esa esa reflexión se merece todos mis aplausos.
    Besos <3

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  2. Joder, me has matado - si, literalmente- y eso no esta bien ¬¬''
    Este Pones a pesar de no ser Puke rainbows, es de los mejores por no decir el mejor que he liedo en mucho mucho mucho tiempo...
    si es que me has dejado sin palabras y no se que mas decirte pero vamos que podria escribir mil, enserio, mil cosas sobre lo buenos que son tus O/S, pero lo sabes, y ademas no hay ganas de pasarme la vida escribiendo lo que me haces sentir...
    Por cierto ¿Tienes Twitter, Tuenti o algo?
    Besoteeeeeeeeees<3
    [Ainhoa, Fan tuya ;D]

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  3. Sí, ya está aquí la pesada esta|Cambiando de tema.|

    Oh dios, Carmen, en serio.
    Me has matado.
    Y los dos últimos párrafos, han superado la perfección, me has hecho llorar; aunque eso no sea muy raro con tus OS/Fics.
    En fin, que...gracias, de corazón, por escribir tan bien.

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  4. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaa, de verdad que eres buenisima. Y aunque tu creas que no, te lee mucha gente.
    Mi prima me ha dicho que tambien le encanta como escribes y que eres una máquina, en serio.
    Con absolutamente TODO lo que escribes me quedo: ADHFASJDHFALKJDSHFALKDF!!! XD
    Gracias por todo! Besos

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  5. Me encanta *-*

    No me gusta que se intentará suicidar, pero me gusta Dougie y no quiero que sufra y punto!


    P.D: Enhorabuena, me gusto la historia!:)

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  6. Me ennnnnnncaaaaaaaaanta!

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  7. Sigue escribiendo que lo haces muy bieeen!

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  8. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaa, de verdad que eres buenisima. Y aunque tu creas que no, te lee mucha gente.
    Mi prima me ha dicho que tambien le encanta como escribes y que eres una máquina, en serio.
    Con absolutamente TODO lo que escribes me quedo: ADHFASJDHFALKJDSHFALKDF!!! XD
    Gracias por todo! Besos

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  9. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  10. Sigue escribiendo historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias, historias,

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  11. Que razón tiene esa última reflexión! Te has superado!;)

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