domingo, 24 de julio de 2011

El comienzo del olvido.

HolaMuybuenasQuétal.
No, como veis en el título, no traigo la parte tres del coso con Dougie. LO-SIEN-TO. Pero ya sabéis cómo soy y..cuando me vienen ideas de OS, las tengo que escribir sí o sí aunque tenga otras pendientes.
Bueno..que..es largo. Y aquí lo más sorprendente de todo: POV Harry y con mucho Pudd. (Sí, creo que estoy enferma hoy..)
MEREZCO MORIR, SEÑORAS. YO, PERSONA QUE AMA EL PONES COMO LA SALCHICHA AMA AL PERRITO CALIENTE..ESCRIBIENDO COSAS PUDD. QUÉ-ESTÁ-PASANDO-CON-EL-MUNDO.
PD: Pronto subiré a The piece is gone..I think so.
PD2: Por favor, si llegáis hasta el final comentad. Me siento muy caca cuando nadie me lo comenta..xDDD Si no es por aquí, por twitter. (@Carmen_pov al habla)
Hope you like it!

Dicen que la memoria es traicionera.
Que con el tiempo va borrando cosas que nosotros no queremos olvidar, que va limpiando momentos que queremos guardar para siempre.
Dicen que selecciona las situaciones más desagradables y las esconde en una caja fuerte para que en algún momento de nuestras vidas, esos recuerdos vengan y nos hagan daño. Dicen que la memoria no dura toda la vida.
Yo nunca creí eso, hasta entonces.

Dougie Lee Poynter es un niño pequeño.
Es un niño rubio y arisco. Tímido y misterioso. A veces distante.
Dougie es un pollito que iba para niña pero se quedó en bebé.

Thomas Michael Fletcher es un cabeza de familia.
Es un hombre responsable y serio. Freak y cabezota. A veces maniático.
Tom es un Dios escondido en cuerpo de humano.

Daniel Alan David Jones es un experimento.
Es un animal pecoso y divertido. Pesado y nervioso. A veces idiota.
Danny es lo más parecido a un mono que puedas encontrar.

Y por último, yo: Harry Mark Christopher Judd.
¿Qué decir de mí? No soy rubio, no tengo pecas, ni cara de no haber roto un plato. Pero eh, tengo unos músculos que ninguno de los otros tres tiene.
Según dicen, competidor hasta la médula y con el ego un tanto subido. Yo sólo opino que hay que quererse, si no lo haces tú, nadie lo hará.
Harry es un chaval que a día de hoy, sabe apreciar cada segundo de su vida.

Personalidades muy distintas, ¿verdad?
Pues ahora júntalas y obtendrás uno de los grupos más queridos hasta hoy: McFLY. Reconozco que al principio pensé que las cosas no saldrían, pero me llené de positividad y bueno, aquí estamos. Después de tantos años y seguimos juntos, aunque no por mucho tiempo. Pero eso ya vendrá luego.

Hace exactamente cuatro meses desde que escribo todos mis mejores recuerdos en un pequeño diario.
No es que sea una adolescente hormonada que necesite escribir sus ligues en hojas con olor a rosa, simplemente ese día consideré oportuno comenzar a escribir esto. Hoy, sigo considerando que es lo mejor que pude hacer.

Cojo el pequeño cuaderno y lo abro por el principio.
¿La primera hoja? Una foto de mi familia en Navidad. Muy simple, muy típico. Pero es uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia.
Las cenas en familia me parecían muy divertidas, podía sentir el cariño en cada poro de mi piel. Me gustaban.

Paso de hoja y sonrío.
Aquí empieza mi verdadera historia, en la página dos. Ahí comienzan todos los momentos desde que me presenté a esa audición y conseguí entrar en el grupo. Ahí se describe casi cada minuto desde que nos fuimos a vivir juntos. Sin duda, los mejores años de mi vida.
Y me dispongo a leer:

Me acuerdo perfectamente del primer día en aquella casa.
Muebles antiguos esparcidos por el gran espacio y una tele bastante penosa en el centro de lo que sería el salón. Sí, en los vídeos salía una casa bastante envidiable pero..nadie dijo que viniera ya hecha.
Aunque por esos tiempos, lo único que nos importaba era cumplir nuestro estúpido y arriesgado sueño.

Tom andaba de un lado para otro.
No sé cómo lo hacía, pero cada vez que lo veía tenía un cacharro nuevo en las manos. Supongo que la casa terminó siendo lo que fue gracias a él, que se molestó en buscar lo mejor para nosotros.

- ¿Qué es todo eso? - dije señalando la caja que sostenía.

- Mis figuritas Disney. - contestó - Por cierto, creo que deberíamos de hablar sobre las normas..

Me limité a asentir, ya sabía de qué iba todo eso.
Cuando decidimos irnos a vivir juntos, no nos conocíamos al completo. De hecho, creo que conocíamos el 20% de cada uno.
Pero yo sabía de sobra que Tom no nos iba a dejar ser libres, sabía que iba a imponer sus normas cual madre con sus adorados hijos. Lo sabía desde el primer momento en el que crucé la puerta, por eso no me quejé.

- Bueno chicos. - dijo habiéndonos reunido - Ya sé que acabamos de llegar y eso pero..vamos a vivir los cuatro, juntos. Y tiene que haber algunas normas.

- ¿Normas? - preguntó Danny - Y yo que pensaba librarme de ellas..

- Creo que cada uno debería de imponer las suyas y así todos estamos en igualdad de condiciones. No sé, tres cada uno o cosa así.

Todos asentimos mientras Tom cogía papel y lápiz.
Reconozco que en aquel momento me sentía muy raro. Yo, con diecisiete años, iba a imponer mis propias normas a personas de mi edad e incluso mayores. (Ignoremos el caso de Dougie y su edad) Era exageradamente extraño.

- ¿Las tenéis? - asentimos a la vez - Pues..¿quién empieza?

- Tú, ya que has tenido la idea..

- Está bien. Mis normas son simples, se basan en limpieza, sinceridad y unión. No os pido que tengáis la casa brillante, pero sí que todos colaboremos para que no sea una pocilga. - explicó - Las otras..no sé, me gustaría que fuéramos un grupo unido, ya que tenemos algo muy especial en común, que es la música..pienso que sería genial que fuéramos amigos de verdad. Pero bueno, eso no es una norma, son cosas que surgen..

Obviamente, con el paso del tiempo (dos días), la primera norma fue totalmente ignorada. Manteníamos los sitios compartidos más o menos aceptables, pero nuestras habitaciones eran leoneras con complejo de vertedero.
En cambio, las otras dos "normas", fueron cumplidas a la raja tabla.
A medida que el tiempo pasaba, nos uníamos más y más. Parecía que habíamos nacido para estar juntos, como si algo nos conectara directamente los unos con los otros. ¿Cómo describirlo? Una sensación impresionante.

No escribo el resto de las normas porque no son dignas de nombrar, con decir que la más lógica fue 'Llamad a la puerta antes de entrar, a lo mejor me estoy pajeando y no quiero que lo veáis' de Danny, lo digo todo.

Creo que el primer día no se me olvidará nunca.
Me di cuenta de que Tom, Danny y Dougie eran libros abiertos para mí. No entendía cómo, pero era como que los conocía de toda la vida. O bueno, eso me parecía.

Probablemente el recuerdo que más marcado se me quedó de aquel día surgió por la noche, cuando escuché sozollos que provenían de la habitación de Dougie. Sí, estaba llorando. Era un niño, literalmente. Quince años. ¡Siempre me pareció una locura que viniera a vivir con nosotros! Y encima justo cuando pasó lo de su padre.
Entendí que llorara, y aunque no hubiera cosa que deseara más en ese momento que entrar y abrazarlo, me fui a mi habitación dejándole llorar solo.

Respiro hondo y cierro el cuaderno.
Se me encoge el corazón cada vez que pienso en aquella noche. En lo poco que pude dormir porque me imaginaba a Dougie hecho un ovillo en su cama. En lo mal que me sentí por haberlo dejado solo, provocando que sus sollozos se quedaran grabados en mi mente.

Dougie, Dougie siempre fue especial. Desde el principio.
Desde esa noche, hubo algo que me hizo sentir que tenía que protegerlo. De todo y de todos. Sabía que esta mierda de mundo no estaba hecha para él, y lo único que podía hacer era no dejarlo solo nunca más.

Y así hice.
Poco a poco conseguí que me quisiera tanto como lo quiero yo a él.
¿Conocéis esas bolitas de chocolate que son adictivas? ¿O las canciones de los anuncios que no puedes parar de cantar? ¿El sabor de la coca cola? Pues así es Dougie. Te engancha desde el primer momento y sabes que no vas a poder dejarlo. Lo sabes, quieras o no, estás seguro de ello.

Yo quería a Dougie. Danny quería a Dougie. Tom quería a Dougie.
De alguna manera, todos luchábamos en silencio por ser su favorito; y al principio de todo, Danny ganó ese puesto.

Tenían..algo. Magia. Se querían mucho, se veía desde fuera.
Podía ser el peor día de la historia, que Danny conseguía sacarle una sonrisa al enano. Tenía ese poder en él, era como si fueran la misma persona. Y no exagero. Parecían no necesitar a nadie más cuando estaban juntos, parecían completarse mutuamente. Pero a mí me daba igual.

Después vinieron los días en los que Danny y Tom se pasaban horas y horas componiendo, sacando nuevas canciones que en meses serían un éxito.
Y entonces yo aproveché y me uní más al pequeño de la familia. ¿Y sabéis qué? Funcionó. Conseguí arrebatarle el puesto a Danny y colocarme en primera posición, como siempre hacía.

Creo que Danny se enfadó o pasó del tema, o no sé.
A día de hoy, puedo afirmar que sigo sin conocerlo del todo.
Es uno de mis mejores amigos, sé lo que piensa en algunas situaciones (sí, aunque no lo creáis piensa) y me ha demostrado que puedo contar con él siempre que lo necesite. Pero nunca conocerás la verdadera cara de Danny Jones, nunca.
Con el paso del tiempo he comprobado que no es que sea bipolar, simplemente cambia según eso ayude más o menos a la gente. Parece que no, pero Danny piensa más en el resto del mundo que en sí mismo.

A partir de entonces, nos separamos en dos grupos: Flones y Pudd.
A Tom no le gustaban las separaciones, creía que podía afectarnos y decía que daba la impresión de que los demás no nos lleváramos bien. Aunque en parte era cierto, Tom sabía perfectamente que su relación con Danny era diferente. Y si no lo sabía, era tonto. Pero como no es el caso, pues..

Tenían y tienen esa conexión envidiable.
Esa capacidad de leerse las mentes, de sentir ambos lo que siente el otro. Ese algo que Danny tuvo con Dougie años pasados.
Y que a pesar de todo, yo creo que siguen teniendo. Por mucho que no lo admitan, la magia nunca se pierde, y si no que se lo digan a J.K. Rowling.

A día de hoy, cuando leo las páginas de este diario siento que algo falla.
Siento que debo decirles lo que pasa para que no les venga de improvisto, pero me da miedo hacerles daño. Sobre todo a él, a Dougie.
Pero debo hacerlo, voy a hacerlo.

- Eh..chicos. - digo llamando su atención - ¿Podemos hablar?

Todos me miran extrañados por mi tono de voz y asienten preocupados.
Estamos en casa de Tom, de típica tarde de Domingo en la que el maratón de Harry Potter o Star Wars no falla. Los Domingos están oficialmente reservados para nosotros cuatro, nadie más.

- Es que..tengo que contaros algo.

- Adelante. - dice Tom.

- No sé cómo decirlo..pero por favor, hasta que no termine no digáis nada. - suelto un suspiro y comienzo - Hace unos meses Izzy me obligó a ir al médico. Ya sabéis, ella y su obsesión por los análisis y las pruebas estúpidas. Como siempre, le hice caso y..me enteré de lo que os voy a contar ahora.

- ¿Qué? - pregunta Danny - ¿Te..te pasa algo?

- He dicho que no me interrumpáis..tengo Alzheimer. - Todos abren la boca y yo continúo - Yo..bueno, sé que debí decíroslo en aquel momento, pero no quería joderos la existencia. De hecho, ahora tampoco quiero pero..mi conciencia no se sentía bien incumpliendo la norma de la sinceridad.

Tom sonríe levemente. Sé que en este momento se le pasan todos esos recuerdos por la cabeza.
Lo miro fijamente y coloca su mano en mi pierna derecha, sé perfectamente lo que quiere decir. Desde un principio lo supe.

Tom es la típica persona que crees que no existe, que tiene demasiadas cosas buenas como para haber sido creada. Es un amigo de los que hay que conservar para siempre.
Desde que lo conocí, me di cuenta de que las personas como Tom son de oro, y no hay que perderlas nunca.

- Yo..yo..no sé qué decir. - dice Danny.

Sonrío.
Sonrío porque él nunca sabe cómo afrontar las cosas al principio. Y menos cosas como ésta, que por mucho que yo quiera, no tienen solución.
Y eso es lo que más le jode a Danny, puedo verlo.
Él siempre encuentra una solución a los problemas de la gente que quiere, por muy difíciles que sean. ¿Pero al mío? Al mío no puede darle una solución y eso le hace daño.

- No pasa nada. - susurro - De verdad, no quiero que estés triste Dan, tú eres Don Sonrisa Andante.

- Pero Don Sonrisa Andante necesita a ojos bonitos para sonreír.. - asimila sus palabras y continúa - Vale, eso ha sido demasiado cursi, ¿verdad?

- Ni te imaginas cuánto.

- ¿Hacemos como si no lo hubiera dicho? - sonríe.

Asiento y segundos después tengo al pecoso encima dándome uno de los abrazos más sinceros que me ha dado nunca, al que poco después se une Tom.
Hacía tiempo que no nos dábamos un abrazo sincero de grupo, pero faltaba algo. Faltaba alguien.

- ¿Dónde está Dougie?

Miramos a nuestro alrededor y escuchamos un portazo arriba.
El muy idiota se ha enfadado porque lo hemos marginado y se ha metido en su habitación como un niño pequeño, seguro.
Subo negando con la cabeza y entro sin llamar.

- Fuera.

Está tirado en la cama boca abajo, con la cabeza totalmente hundida en la almohada.
Ha intentado que su voz suene firme para que no lo sepa, pero sus hombros lo delatan: está llorando. Y llora por mí.
La escena de la primera noche vuelve a mi memoria..

- Eh, Doug, ¿por qué lloras? - digo sentándome a su lado.

No obtengo respuesta.
Conozco a Dougie como si fuera mi hermano pequeño y sé que me va a costar más de una frase sacarle un 'nada', y más de una caricia en el pelo que me diga lo que le pasa.

- Venga..cuéntamelo..no seas niño.

- No me pasa nada. - dice casi sin voz.

Diiiiiiiin. Punto para Harry.

- ¿Piensas que soy tonto? - asiente torpemente - Já, muy gracioso. Pues no lo soy, y no me iré hasta que no me lo cuentes.

Me tumbo a su lado mirando al techo y veo que no mueve ni un músculo.
Pretende que me vaya, que le deje llorar tranquilo y no lo moleste en muchas horas, pero no voy a hacer eso. Nunca lo haría.

- Me lo vas a terminar contando. - susurro acariciándole el pelo - Y lo sabes.

- ¡Está bien, está bien!

Se levanta mirándome con los ojos enrojecidos y se pone en la misma posición que yo.
Mira al techo. Suspira. Vuelve a mirarlo. Vuelve a suspirar.
No sabe qué decir, no sabe cómo voy a reaccionar.

- ¿Por qué has tardado tanto en decirlo? - pregunta finalmente.

- Ya os lo he dicho, yo..

- Harry, tú nunca nos joderías la existencia.

Giro la cabeza en busca de su mirada pero sigue mirando el techo.
Está avergonzado, puedo verlo en el color de sus mejillas.

- Puede que no, pero por si acaso. - digo haciéndole sonreír - Anda, ven.

Me hace caso y paso uno de mis brazos por encima de sus hombros abrazándolo. Me encanta cuando estamos así, cuando la conexión también existe entre Harry y Dougie. Cuando sé que es mi mejor amigo y quiero protegerlo.
Pasa su brazo por encima de mi cintura y me aprieta fuerte contra él. Tiene miedo, lo siento temblar.

- ¿Qué va a pasar? - pregunta apoyando su cabeza en mi pecho.

- ¿Cómo que qué va a pasar, Dougie?

- ¿Te vas a olvidar de mí?

- No seas tonto, yo nunca haría eso. - le contesto - Puede que la enfermedad quiera borrarte pero..tengo eso.

Señalo el cuaderno y él sonríe tristemente.
Ambos sabemos a la perfección que por mucho que ese cuaderno exista, la enfermedad gana. Si la enfermedad quiere, Dougie no existirá nunca más en mi memoria. Ni Tom, ni Danny, ni Izzy, ni mi familia.

- Yo quiero leerlo.

- Cuando quieras podemos leerlo juntos.

- ¿Sabes? Podríamos hacer como en El diario de Noah. - responde - Ya sabes, cuando se te vayan olvidando las cosas te lo voy leyendo. Así a lo mejor no te olvidas de ninguno de nosotros.

Río sonoramente y le acaricio el pelo de nuevo.
Dougie nunca va a dejar de ser un niño, por mucho que los años pasen y el cuerpo diga que ya es un hombre.
Yo nunca voy a dejar de proteger a Dougie.

- Harry. - me llama - ¿No tienes miedo?

- ¿Miedo? No, ¿por qué?

- No sé..yo lo tendría. De hecho, lo tengo.

- Tú no tienes por qué tenerlo. Ya te he dicho que no me voy a olvidar de ti.

- ¿Me vas a cuidar siempre? Yo necesito que tú me cuides siempre.

- Lo haré Dougie, sabes que yo nunca te dejaré solo.

Él asiente y puedo notar cómo mi camiseta se moja a causa de su llanto.
Dougie tiene miedo, Dougie está asustado. Dougie necesita que le quieran y le mimen.
Beso su cabeza y susurro muy bajito un 'siempre', mientras lágrimas traicioneras descienden por mis mejillas.
Porque a pesar de saber que quién perderá poco a poco la memoria soy yo, tengo la sensación de que Dougie siempre se lleva la peor parte.

6 comentarios:

  1. OMFG.
    Es precioso, es perfecto.
    Y lo único que te voy a decir es que yo, que no soy de lágrima fácil y que además, soy de pones de toda la vida; he llorado.

    ResponderEliminar
  2. *suspiro de tranquilidad 1,2,3*
    me he reído con lo de "Don Sonrisa Andante" y como Dougie es un pollito que iba para niña pero se quedo en bebe y como él es adictivo, y luego también he llorado.
    EXIJO QUE EN LOS BLOGS TAN ASDFGHJKL HAGAN UN BOTÓN PARA DAR APLAUSOS.
    Es decir, que increíble con fuegos artificiales y todo.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. estoy totalmente de acuerdo con Pequesaurius, yo quiero el botón de los aplausos.
    me ha gustado muchiiiiiisimo y también he llorado muchiiiisimo, pero es precioso.
    xao

    ResponderEliminar
  4. me has hecho llorar capulla! haha Dios me ha encantado, precioso es poco ¿Por que Doug siempre es tan dulce? Es que oish y Harry, uy por dios es tan achuchable.

    Xx <3

    ResponderEliminar
  5. Caaaarrrmeeeen :'D
    He decidido comentarte por aqui jajajajaj la verdad es que ni me acuerdo como me ha dado por meterme xD pero en fin jajajaja ¿que clase de ratucha seria si no leo esto? de cloaca fijo!! jajajajajajja

    Buenooo, dejando a parte la lagrimilla traicionera... ¿POV DE HARRY? OMG jajajajaja quien te ve! Jo tia... la historia es que es akfhjdasfhoafhodafh por una parte PRECIOSA nada más que por como cuenta (escribes) la parte de cuando llegan a la casa y tal, con lo de las normas me he acordado del primer fic tuyo que lei jajajajajajaja aiii que risa pordió xD jajajaja. Y AH! la descripcion de cada uno del principio es PERFECTA inmejorable! *-*

    Vas a conseguir que me enamore de Dougie, eso para por escribir cosas tan inescribiblementepreciosas (?)

    Me da mucha pena Harollld! lo del diario de Noah fiiiiiiiiiiuf estoy pensado ya el ver la pelicula o no eh?

    Que dios vendiga esas manos y AMEN!

    Te quiero te quiero te quiero te quiero!! <3<3

    ResponderEliminar
  6. Tranquila, que no comentemos no quiere decir que no lo leamos, ni que no nos guste, porque la verdad es que me encantaaaaa =D Adoro todos tus fics!!
    Besos

    ResponderEliminar