sábado, 3 de marzo de 2012

Don't leave me. Parte tres.

Y aquí está la parte tres de la historia Dougie-Christine.
Sé que nadie me lee (Noelia, tú sí jajaja), así que es tontería poner nada más aquí. Hope you like it <3
PD: No sé qué le pasa que sale una fuente distinta y todo junto...buah, blogspot caca.

Nos rompemos continuamente. Somos frágiles, débiles, como un vaso de cristal. La diferencia es que el vaso se rompe y los trocitos van a la basura; cuando nos rompemos nosotros, siempre aparece alguien que nos recompone.

Llevo dos horas en mi sofá sentada mientras las imágenes de Dougie en el baño se repiten una y otra vez en mi cabeza.

Puede que exteriormente lo haya llevado bien, pero no termino de creérmelo. No quiero, no me da la gana aceptar que un amigo se machaca de esa forma a sí mismo y nadie le ayuda.

Lo cierto es que no sé qué hacer, por mucho que lo intente no me puedo comportar como si nada hubiera pasado...las marcas van a seguir ahí, quiera yo o no. ¿Y qué más podía hacer? Nada. Nunca he conocido a nadie con tal problema, no tengo ni idea de cómo reaccionar.

Salgo de casa y pienso en cómo distraerlo.

Quizás podríamos ir al cine, o a pasear por el parque...quizás me estoy obsesionando demasiado y deberíamos hacer lo de todos los días: pasar el tiempo en la casa.

- Sí, eso es lo mejor... - susurro antes de entrar.

Para mi sorpresa, los padres de Dougie están sentados en el salón con una cara bastante preocupante. No escucho a la pequeña corretear ni hay rastro del rubio, aunque eso último es normal.

- Christine. - me saluda él - ¿Qué tal?

- Bien...¿ustedes?

- ¿Sabías que nuestro hijo se corta?

¿QUÉ?

No tengo la más mínima idea de qué responder. Si digo que lo sé, puedo perder el trabajo y eso implica abandonar a Dougie. No, no voy a arriesgarme.

- ¿C-cómo?

- ¿Ves? Te dije que ella no lo sabía. - dice la madre – Hoy en la comida hemos visto algunas marcas en su muñeca. No entiendo por qué lo hace y no sabemos qué hacer. A lo mejor un nuevo psicólogo...

- No creo que necesite eso. - la interrumpo – Yo...puedo hablar con él e informarles luego. Pero no llamen a nadie, no por ahora.

- Está bien...

Asienten no muy convencidos y voy al cuarto de Dougie.

Tiene que saber que sus padres lo saben (si es que no le han machacado ya al enterarse) y hacer algo. Si vuelve a ver a otro psicólogo sí que se va a volver realmente loco.

- Has tardado muchísimo. - me dice – No sabes la que se ha liado...

- Tus padres se han enterado. - asiente - ¿Qué te han dicho?

- Nada. Se han limitado a señalar las heridas y discutir entre ellos. Ya sabes, que si nuevo psicólogo, que mejor un centro...

- ¿Un centro?

- Piensan que encima de loco estoy enfermo. Quieren internarme en un centro de rehabilitación. ¿Sabes lo que sería eso?

No lo sé, pero lo imagino. Dougie podría morirse del asco allí dentro. Bueno, Dougie y cualquier persona.

En otra circunstancia y con otra persona habría pensado que no hay otra solución, pero en este caso tengo que encontrar una alternativa. Lo último que necesita es ingresar en un centro y estar encerrado días o incluso meses.

- Les he dicho a tus padres que hablaría contigo y les informaría. Puedo decirles que estás bien y que fue un acto de rebeldía.

- No conseguirás nada...

- ¡Oh, vamos! - exclamo - ¿Te vas a quedar ahí parado mientras pretenden arruinarte la vida?

- Mi vida ya está arruinada Chris. Si te das cuenta no tengo nada por lo que luchar, me da lo mismo estar en un sitio de esos.

Su sinceridad me deja helada.

Piensa que nada vale la pena a su alrededor, lo piensa de verdad.

- Y yo qué, ¿eh? Me prometiste que seríamos amigos siempre.

- Te olvidarás de mí en dos días.

- Sabes perfectamente que no será así. - le digo – Por lo que veo se te ha olvidado todo lo que hablamos esta mañana.

- Sólo quiero concienciarme, ¿vale? Eres la única persona que tengo y me van a alejar de ti, ¿cómo quieres que esté?

- No te mandarán a ningún lado, confía en mí.

Tengo la enorme necesidad de abrazarlo, pero en vez de eso, salgo de la habitación para hablar con sus padres. Les voy a decir que fue un absurdo error, que no volverá a pasar, que le den una oportunidad...

- Ya hemos hablado. - ambos me miran – No deben tenerlo en cuenta.

- ¿Cómo? Mi hijo no está sano mentalmente y todo el mundo lo sabe. Es una vergüenza escuchar lo que dicen por ahí de él... - ¿eso era lo que les importaba? - Debemos mandarlo lejos.

- ¡No! Denle una oportunidad, no necesita más. Sabrá aprovecharla...puede cambiar.

Estoy más de media hora con ellos, les explico que en esos centros no ayudan a nadie y aunque no terminan de estar conformes, aceptan con la condición de que a la próxima no tendrán piedad.

La conversación que acabo de tener me parece subrealista, hablan de su hijo como si fuera un perro o un trozo de carne. Ahora más que nunca comprendo por qué se siente así.

- Como ya te dije, no te vas. - canturreo intentando subirle el ánimo.

- Debes ser buena convenciendo.

- Lo soy. - río - ¿Estás bien?

Asiente mientras se frota las manos y agacha la cabeza.

No soy muy astuta, pero se ve de lejos que me está mintiendo. Hay algo que le sigue atormentando, algo que necesita expulsar o terminará comiéndole por dentro.

- ¿Necesitas hablar? - se encoge de hombros – Podemos salir si quieres...

- Me conformo con mi cama.

Me dedica una sonrisa amarga y nos tumbamos en su cama. Uno al lado del otro. Dougie deseando hablar y yo deseando escucharlo.

Siento una conexión bastante grande en este silencio, y aunque parezca estúpido, sé que él siente lo mismo.

- Siento que no tengo solución. - confiesa – Me comporto como un adolescente y ya no lo soy...tendría que estar en la universidad, o trabajando. Quizá conociendo mundo...y mírame.

- Las cosas no siempre salen como queremos. De hecho, salen como al destino le da la gana.

- Por lo que veo el destino me odia.

- No lo creo, simplemente te está poniendo a prueba. - dudo un segundo – Y la estás superando.

No se esperaba esa respuesta, en parte ni si quiera yo lo hacía.

Pero creo que es cierto, Dougie es un chico fuerte a pesar de todo. ¿Quién ve fantasmas y sigue su vida así como así, sin afectarle?

- Si yo estuviera en tu situación...probablemente habría ido más allá de los cortes. - miro al techo – Eres muy valiente.

- ¿Estás de coña?

- ¡No, para nada! No es que me parezca bien lo que haces...pero no lo veo un acto de cobardía.

- Serás la única...

- Puede.

Un cómodo silencio adorna la habitación.

Me siento bien así, aunque todavía tengo varias preguntas en mente. Ya que estamos siendo sinceros...quiero saberlo todo.

- ¿Por qué empezaste?

- Acoso escolar. - no piensa, contesta rápido – Digamos que no confié en quien debía. Le conté a mi mejor amigo lo que veía y él lo utilizó para convertirme en el objeto de burla de todo el instituto.

- La gente es demasiado cruel. - asiente – No deberías de darles el gusto de verte mal.

- No es de mi agrado hacerlo, lo prometo.

Sé que lo dice en serio, supongo que no tiene otra opción, que no sabe manejar la situación de otra forma. Pero tengo miedo. Por ahora ha tenido suerte y no le ha pasado nada en estos años, pero todos sabemos que podría pasarle.

- Lo sé, pero tienes que parar. - trago saliva – Podrías contar hasta cien cuando te sientas así.

- Christine, eso no ayuda. Cuando te sientes así y sabes que cortar va a relajarte, tienes que hacerlo. Lo necesitas. Es algo así como los drogadictos. - río ante su comparación – Bueno, más o menos.

- Una parte de mí lo entiende.

- ¿Y la otra?

- La otra no quiere que sigas haciéndote daño físico para calmar lo que hay en tu interior.

Giro la cabeza a la vez que él lo hace y nos quedamos mirando fijamente.

Puedo decir que “relajación” es la palabra que definiría este momento. Es increíble lo tranquila que me hace sentir...

- Sé lo que es estar mal y no querer que el resto lo vea. Las falsas sonrisas, los abrazos fingidos, el típico “estoy bien” cuando por dentro solo quieres esconderte bajo las sábanas...yo también he pasado por eso. No con tanta intensidad, pero lo he hecho.

- Sólo quiero sentirme bien conmigo mismo para que los demás también puedan hacerlo.

- Yo me siento bien contigo.

Sonríe tímido y se muerde el labio inferior, está muerto de vergüenza.

Gestos como esos me hacen gracia, le dan un aire infantil que las personas de nuestra época han perdido. Ahora todos son iguales, nadie tiene inocencia ni bondad...pero Dougie está lleno de ambas.

- ¿Sabes? Acabo de pensar que sí que necesitas un psicólogo. - su cara cambia a sorpresa – Y voy a ser yo.

- ¿Qué? - comienza a reír – Me habías asustado, idiota.

- No estoy de broma. La terapia empieza hoy con un paseo, ¡vamos!

No dejo que diga nada, lo arrastro literalmente hasta la calle y andamos en silencio.

Dije que no haría nada fuera de lo normal, pero lo cierto es que me apetecía salir con Dougie a dar una vuelta. Como hacen los amigos.

- ¿Quieres un helado? - pregunté señalando al final de la calle – Allí los hay de todos los sabores.

- Pues vamos.

Entramos en la pequeña heladería y miro todos los sabores que hay. Para qué mentir, los helados son mi pasión y se me salen los ojos. Dougie los inspecciona y hace comentarios en voz baja, no hay ni uno que le guste.

- Qué complicado eres.

- Lo sé. Es que son muy típicos...

- ¿Y qué quieres, helado de mierda de burro?

- ¡Eres una puerca!

Comienza a reír a carcajadas y sus ojos se achinan, una de las cosas más adorables que he visto nunca.

Compramos nuestros helados (al final el señor original se lo pide de chocolate) y caminamos sin rumbo. Apuesto lo que sea a que no quiere volver a su casa, por lo que me alejo lo máximo posible de esa dirección.

- Algún día inventaré un sabor nuevo. - dice – Algo que nadie se espere.

- Como por ejemplo...

- Sabor Dougie. - asiente orgulloso – O sabor Chris.

- O sabor...¿Douris? ¿Doutine? ¿Chrigie? ¿Chrougie? - río escandalosamente en mi intento fallido de juntar nuestros nombres - ¿Y a qué sabe eso?

No sé cómo, pero juro que ahora mismo nos estamos besando.

Ha sido cuestión de segundos, o incluso menos, pero los labios de Dougie han impactado contra los míos y yo no los he rechazado.

Nunca había pensado en él como algo más, ni si quiera me había imaginado el típico beso de mejores amigos cuando están borrachos. (Y eso que soy mucho de imaginar)

Pero ahora...sus labios son tan blanditos y calientes que es imposible rechazarlos. Y el beso sabe a la mezcla de nuestros helados; a menta con chocolate.

Nos separamos lentamente y la que siente vergüenza esta vez soy yo. A lo mejor no le ha gustado y me da cosa mirarle a la cara, debo estar como un tomate.

- A esto sabría el helado, supongo... - susurra.

- Me gusta. - admito – Aunque el helado de menta con chocolate ya existe.

- Pero no sabe tan bien.

Sonrío a la vez que mis mejillas siguen encendiéndose y levanto la cabeza en busca de su mirada. Puedo saber todo lo que piensa con solo mirarle, y el brillo que tiene ahora mismo en sus ojos es una de las cosas más bonitas que he visto.

- Estás feliz. - afirmo.

- Puede. Gracias.

- No las des, te ves mucho más guapo así. - su sonrisa se ensancha – Creo que voy a dejar de ser tu niñera y me voy a hacer psicóloga.

- ¡No eres mi ñiñera!

- ¿Ah no, y entonces? - me burlo.

- Pues...eres mi amiga, mi mejor amiga.

Lo abrazo con mucha fuerza y le hago saber que el cariño es recíproco.

El beso no ha sido más que otra muestra más de ese cariño y no nos vamos a parar a pensar en ello ni a analizar lo que hemos sentido. Es muy pronto para adelantar las cosas.

Y es que, si el destino quiere, algún día, quizá dentro de muchos años, seremos algo más que mejores amigos. Hasta entonces, ¿por qué no disfrutar de momentos como este?

8 comentarios:

  1. Me encanta enserio. Escribes tan ajsdhjksdfhhg que me dan ganas de darte un abrazo de esos muy jaksdjkldfmnn *_*

    ResponderEliminar
  2. Lo sabíiiiiiiiiiia! :)
    (LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL)
    Me ha encantado sooooo much!! ^^

    ResponderEliminar
  3. OMG!! es super dfhjFKJHDJDHGHHJ
    ME ENCANTA!!!
    muchos besos :D

    ResponderEliminar
  4. kjsndlgvabdsjgbsdjgsjgjdbgoSIDGBSJODHGSUIODG

    QUE SEPAS QUE YO LEO TODOS TUS OS PERO NO COMENTO... D:
    Q SEPAS Q ESTE ME HA ENCNATADOOOOOOO Y QUE ES MUY ASJDFOJG

    QUE ESCRIBES GENIAL!!!
    ASIQ SUBE PRONTO OTRO EEEHHHH
    1 BESOOOO

    ResponderEliminar
  5. kjsndlgvabdsjgbsdjgsjgjdbgoSIDGBSJODHGSUIODG

    QUE SEPAS QUE YO LEO TODOS TUS OS PERO NO COMENTO... D:
    Q SEPAS Q ESTE ME HA ENCNATADOOOOOOO Y QUE ES MUY ASJDFOJG

    QUE ESCRIBES GENIAL!!!
    ASIQ SUBE PRONTO OTRO EEEHHHH
    1 BESOOOO

    ResponderEliminar
  6. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!*_* es tan dsfjsdakasdjfskdjfaksdfjasdfkjasdkfjasdfkajdsf sabes? jajaja


    Noeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeelia al habla.

    ResponderEliminar
  7. Me encanta!!! En serio escribes genial ^^
    Dougie es tan cuquiii. njkdfnjsdfbhffjk jo es que no se como expresarlo. Transmites mucho al escribir y eso me gusta.
    Acabo de leerme tu blog entero. Me ha encantado, que sepas que te has ganado una admiradora de por vida :)
    Sube más porfiii jajajaja
    un beso <3

    ResponderEliminar
  8. Dioss me encanta como escribes tienes un don claramente me encantan tus historias y creeo que esta es una de mis prefes (me alegro de que Noe me lo enseñara xD) me encantas sigue escribiendo historias tan chachiisimas *-* un abrazo

    ResponderEliminar